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En una época marcada por la tecnología, el Big Data, el incremento de la soledad, los problemas medioambientales, debería ser ya la hora en la que buscar la autenticidad y la verdad personal para preguntarnos: ¿qué cambio puedo hacer yo como persona que tendrá un efecto positivo en mi vida, mi familia y mi trabajo? ¿Y, por extensión, en la sociedad en su conjunto?
Michelle Ogundehin para la revista De Zeen (Escritora, consultora de diseño. Ex-editora en jefe de ELLE Decoration UK)
El bienestar llega a casa
Un mayor sentido de la responsabilidad ambiental, el aumento exponencial de las necesidades de descanso y de mejora del sueño, el poder, ya no solo estético sino de purificación del aire que ejercen las plantas, serán una constante en 2019.
Cada tono en verde utilizado en cualquier detalle de la decoración recreará la sensación vegetal que echamos de menos.
El mármol, la piedra, la cerámica y la porcelana se hacen materiales de referencia en alusión tanto a lo natural como a lo intrínsecamente textural.
Los materiales pobres y humildes
Materiales como el ratán, yute, madera contrachapada o bambú se tratarán ahora como si fueran materiales de alta calidad. Su textura, autenticidad y tactilidad serán valoradas ahora más que nunca.
En esta era extremadamente digital, tenemos una necesidad primordial de rodearnos de superficies que estimulen nuestro tacto o acaricien a nuestros pies descalzos.
Existe la necesidad de volver a sentir las texturas que olvidamos después de estar permanentemente en contacto con nuestros dispositivos tecnológicos y eso lo haremos en casa.
Vuelta a lo familiar.
Reinterpretaremos la nostalgia rechazando la moda rápida y la cultura desechable. Viviremos la reedición de las grandes piezas del mueble de todas las épocas. Los consumidores se sentirán atraídos por productos, acabados y materiales que proyecten un sentimiento amable, cómodo y no excesivamente complicado.
Todo apunta a un regreso a lo familiar y al confort; así pues, los diseños del mueble deberían de diseñarse en los próximos años con esta sintonía.
Ya durante 2018 hemos visto el regreso triunfal de las revisadas cocinas de la abuela, dotadas de grandes elementos metálicos y tiradores, el mobiliario de baño construido en metal recreando un pasado onírico y perfecto, los muebles tapizados de terciopelo, confortables y mullidos? todo apunta a que esta tendencia ha venido para quedarse.
Texturas y colores
No, el Living Coral de Pantone (elegido como color del año) no será el único color de tendencia para el 2019.
Estamos en unos momentos complejos en los que es casi imposible presentar unos tonos o unas texturas como emblemáticas para 2019.
El beige, detalles de la gama del verde y toques de color mostaza podrán también destacar sobre fondos perfectamente blancos o de color madera.
Tapicerías mullidas, confortables, elementos texturales en muebles que abandonan el universo plano y que incorporan el metal o la piedra creando la ambivalencia de materiales.
El diseño del mueble para 2019 será amable y confortable. Después de tanta tecnología, el futuro del mueble ha vuelto de donde venía. Renovado, pero reconocible.