Las diseñadoras de tu cocina

El diseño de la cocina contemporánea no sería el mismo a no ser por estas dos grandes diseñadoras, Christine Frederick y Margarete Shütte, que en el primer tercio del siglo XX sentaron las bases de su diseño actual.

El diseño de las cocinas, tal y como lo conocemos hoy, tiene a dos mujeres como máximos artífices. Todo comenzó con las ideas revolucionarias de Christine Frederick, cuyo testigo recogió de inmediato Margarete Shütte, y que terminaron conformando un diseño que ha permanecido casi invariable hasta el día de hoy: una construcción modular diseñada a partir de los flujos de trabajo.

Christine Frederick

Christine Frederick, (Boston 1883-1970) se graduó como profesora en 1906. Un año más tarde, casada con un importante hombre de negocios, tuvo conocimiento de las nuevas tendencias taylorianas de organización industrial que, en busca de la eficacia empresarial, estaban revolucionando el mundo de la fabricación (no hay más que recordar la fábrica de automóviles Ford de esos años).

Queriendo aplicarlas al ámbito doméstico, desarrolló un importante trabajo en el que la ergonomía y los movimientos secuenciales de las tareas ejecutados con eficacia, estaban perfectamente definidos y que supuso el primer paso para el diseño de la cocina contemporánea.

Estandarizó la altura de las superficies de trabajo, investigó desde los electrodomésticos hasta los alimentos, buscando sistemas eficientes para su almacenamiento, su conservación y su manipulación.

En 1915 impartió un curso por correspondencia llamado “Ingeniería del hogar: gestión científica en la casa”, que se publicó como libro con el mismo título en 1919. Un libro que deja muy claras las intenciones de Frederick.

En la década de 1920 defendió la idea de la obsolescencia programada, es decir de la durabilidad limitada de los productos industriales, como defensa del mantenimiento de la industria y de la continua renovación de unos productos por otros más eficientes y nuevos.

Durante años publicó artículos sobre sus ideales de eficacia doméstica y promocionó publicitariamente artículos novedosos y eficientes a cambio de importantes sumas de dinero hasta su muerte en 1970.

Casi inmediatamente después de los primeros postulados de Frederick, encontraremos a una arquitecta austriaca que terminará por revolucionar el diseño de la cocina de tal manera que el término “Cocina de Frankfurt” se utilizaría en Europa Central como sinónimo de la cocina moderna a partir de ese momento.

Margarete Schütte

Margarete Schütte-Lihotzky (Viena 1897-2000), fue la primera arquitecta austriaca, lo cual consiguió graduándose en 1928.

Muy involucrada desde el comienzo de su carrera con la mejora de la sociedad y muy consciente de la responsabilidad de aquellos que ejercen la arquitectura, su compromiso marcará tanto su vida profesional como personal.

En 1921 trabajó con el arquitecto Adolf Loos en la Secretaría de Vivienda de Viena donde la racionalización y las estrategias economizadoras del tamaño de la vivienda fue uno de sus grandes logros.

Desde sus inicios, Schütte-Lihotzky dedicó gran esfuerzo a mejorar los espacios donde se desarrollaban los trabajos domésticos que Schütte consideraba que esclavizaban a las mujeres.

En 1925 incorporará ya sus propias ideas de racionalización de la organización doméstica al programa de construcción de viviendas sociales de la ciudad de Frankfurt.

En estos primeros proyectos, que comenzaron a construirse en 1926, se instalaron las que serían conocidas como “Cocinas de Frankfurt” en la que Schütte-Lihotzky aplicó todos los conocimientos que ya tenía desarrollados para el ahorro de trabajo en la organización doméstica.

La cocina de Schütte-Lihotzky transformó la vivienda moderna. Pensada para la eficacia en el trabajo, incluía superficies metálicas, azulejos de fácil limpieza, grandes tiradores y un sistema de construcción modular que fue el primero en la historia del mueble.

Así, la estandarización de los elementos de fabricación en módulos no solo abarataba notablemente los costes, sino que permitía la utilización estos para adaptarse a las distintas necesidades y tamaños de cada tipo de vivienda.

A partir de 1930 desarrolló su filosofía constructiva en proyectos por Rusia, por China y más tarde en Turquía, donde diseñó numerosos proyectos de viviendas sociales y de jardines de infancia.

Uniéndose a la resistencia austriaca, entro de manera clandestina a su país en 1940, fue detenida por la policía y condenada a pena de muerte. Su condena que se permutó por 15 años de cárcel, que no cumplió gracias a la liberación de Viena por los aliados soviéticos en 1945.

Entre 1946 y su muerte en el año 2002, Margarete Schütte-Lihotzky, permaneció muy activa en su profesión, haciendo especialmente proyectos de viviendas y jardines de infancia impartiendo, además, numerosas conferencias.

Toda una referencia en el mundo del diseño y la arquitectura que, aplicando los primeros conocimientos expuestos por Frederick, consiguieron hacer evolucionar la visión del mueble de cocina hasta nuestros días.